martes, 2 de diciembre de 2008

empiezo por el principio

Hoy estreno blog. La verdad es que se veía venir. La causante de esto fue Sonia. Una noche, en que yo llevaba tres birras de más y ella dos de menos (o quizás una tarde en que yo me había tomado dos cafés seguidos y ella un chocolate caliente) tuvimos la siguiente conversación:
-me he hecho un blog
-ultimamente todo el mundo se lo hace, que esta pasando?
-hazte uno
-puede que si…

Y esa incertidumbre se ha resuelto hoy.
Debo decir que soy bastante dada a participar en los elementos sociales de Internet. Tengo mi fotolog, my space de msn (que no toco desde que tenía 15 años, está allí para recordarme que tengo un pasado oscuro), mi Facebook, y ahora, mi blog. Pero este es el primer elemento social vía red al que le pongo un nombre pensado.

En realidad queria que se llamase “nada se olvida” pero no me ha dejado. Cosas del overbookung supongo. Asi que, después de probar mil opciones, me quedo con esta.

“Nada se olvida” es una canción de Nubla. No es una gran canción. Pero tiene un bonito significado para mi: es la banda sonora que puse al último momento en que fui realmente feliz. Me explico: el jueves pasado fui a ver a mi amiga Anna, que está estudiando temporalmente en Budapest. Llevaba desde las 5 de la tarde en aeropuertos y en aviones, ya que había cogido un vuelo con escala en Münich porque salía más barato. A las 23.30 llegué por fin a Budapest. Cuando recogí mi maleta (después de pasarlo, fatal, tengo un pavor horrible a perder las maletas cuando voy en avión) salí de allí lo más rápido posible y busqué un taxi. Enseñé al taxista un papelito con el nombre de la calle, compuesto de 40 letras, 50 de ellas consonantes, y me metí en el coche. El termómetro decía que estábamos a 3 grados bajo cero. El día anterior había nevado, ya me lo había dicho Anna, y los tejados que poco a poco fuimos avistando estaban blancos. Me puse el ipod, para relajarme. El aleatorio canciones puso “nada se olvida”. Allí, en el taxi, dejando que la suave voz de Nubla me acariciase la mente, resguardada del frío, viendo la nieve, en otro país (cosas que me pone de muy buen humor) y sabiendo que en unos minutos vería a mi amiga del alma a la que tanto había echado de menos, pensé “Coño, soy feliz”.

Aparte de ese momento, el título de la canción va a simbolizar este blog. Pondré aquí mis paranoias, para quien las quiera leer, pero sobretodo para mi misma. Para que, tal como me pasa con el Space del msn, cuando de aquí unos años lo mire, sonreiré, me avergüenzaré (o me enorgulleceré) de mi misma y piense “realmente, nada se olvida, o no quiero que se olvide”.

1 comentario:

Unknown dijo...

siiii ola soy yo sonia, la k le ha exo caer en l tentacion del blog!!!
jajaja

tiene buena pinta sta entrada...
:D

men vag a mumir k dema m'aixecu a les 7... i s una miketa tard x mi valep???un petunet (K)